Suiza, Austria y Norte de Italia en 8 días (Road Trip) Parte 1




La alternativa del viaje en coche suele ser muy interesante para los viajeros a los que nos gusta ir por libre y no en tours ya organizados. Es una buena idea para los que queráis ver muchas cosas en muy poco tiempo, sin agobios y sin acabar con la cuenta a 0. 

Nosotros nos hemos iniciado en el tema de los "RoadTrips" con esta ruta por Suiza, Austria y el Norte de Italia en 8 días. La recomendamos 100% y es por eso que os vamos a crear una guía detallada de estos 8 días. Qué ver, dónde dormir, cuanto se tarda de un lugar a otro... y muchos consejos para aprovechar al máximo los 8 días. 

Ya sabéis, si os animáis a hacer la ruta no dudéis en enviarnos vuestras dudas o en compartir vuestras sugerencias y lugares interesantes para poder mejorar esta escapada! Gracias por leernos :)





DÍA1:BARCELONA-GINEBRA 

Salimos de casa tempranito, sobre las 7 de la mañana. Nosotros somos de Barcelona, así que desde allí hasta nuestra primera parada (Ginebra) tardamos unas 7 horitas en coche. 
Eso son 769km aproximadamente. Para el coste del trayecto hay que tener en cuenta que a parte de la gasolina habrá que pagar los peajes (que en nuestro caso fueron 78'85€) y la viñeta de entrada a Suiza, que son 35'75€. Esta viñeta os sirve ya para no pagar más peajes durante toda la estancia en Suiza y además, si volvéis a visitar el país antes de un año todavía seguirá vigente. 

Para que el viaje no se hiciera tan pesado decidimos parar a comer en una ciudad francesa llamada Aix-les-Bains, situada al borde del lago más grande y natural de origen glaciar de Francia; El lago Bourget. Nos sentamos justo a la orilla para comer lo que traíamos en Tuppers (¡Hay que ahorrar! jaja) y a recargar fuerzas para continuar con las ultimas horas de trayecto. 

(*Como consejo para ahorrar un poco, os recomendamos que llevéis en la mochila/maleta muchas cosas para picar. Nosotros llevábamos suficiente comida para desayunar y merendar durante 4 días, ya que en Suiza cualquier cosa es carísima y es mejor hacer cuantas menos comidas mejor fuera de lo que viene incluido en el hotel. Una vez se entra en Austria todo tiene precios más razonables. Para poneros un ejemplo, dos menús en un Burguer King de Zurich nos costaron más de 30€.)


Lago Bourget, Aix-les-Bains


Llegamos a Ginebra sobre las 15h. Así que nos dio tiempo a aprovechar el día y visitar la ciudad. Lo primero que hicimos fue hacer el check-in en el hotel. Nosotros dormimos en Residence Studio Genève Centre. En la Rue de Zurich, 19.  La verdad es que estuvimos a gusto y para los precios que hay por Suiza no está nada mal. 

A partir de allí fuimos pateando por la ciudad hasta llegar al famoso lago Leman, un lugar precioso en el que se puede ver el Jet d'Eau. La fuente emblemática de Ginebra con nada más y nada menos que 140 metros de altura y 500 litros de agua que pasan por ella cada segundo a una velocidad de 200km por hora! Es una de las atracciones turísticas más visitadas de la ciudad y no os la podéis perder. 


Muy cerca del Jet d'Eau se encuentra el Jardín Inglés de Ginebra, con el también conocidísimo reloj de las flores. Así que no cuesta nada acercarse a echar un vistazo antes de pasar al casco antiguo.

Es allí donde encontraréis preciosa catedral de San Pedro. No tiene pérdida, ya que se puede ver casi desde todos los puntos del casco antiguo y además tiene mucha historia y una mezcla de estilos muy interesante. Incluso esconde algunos restos del paso de los romanos por este territorio. Abre todos los días excepto algunos festivos. 
Estuvimos paseando también por el Barrio de Les Grottes, es colorido y muy diferente al resto de lugares de la ciudad pero la verdad es que no tiene mucho interés turístico y está algo alejado, así que si vais con el tiempo justo es algo que podéis obviar.

Catedral de San Pedro



Otra visita muy recomendable pero que a nosotros nos faltó tiempo para hacer es la visita al CERN, el laboratorio Europeo de Física de Partículas. Es un lugar muy interesante para todo aquel que tenga interés en el mundo científico, ya que allí se encuentra el acelerador de partículas, además de muchas otras cosas, y es el lugar en el cual se descubrió el mediático bosón de Higgs. 
Lo ideal para visitar el CERN es planearlo con tiempo y conseguir un grupo bastante grande de gente para que así salga más barato. 


DÍA 2: LAUSANA - GRUYÈRES - NOCHE EN BERNA


El segundo día volvimos a levantarnos tempranito. Es algo indispensable cuando haces viajes en coche, ya que te permite aprovechar mucho más las horas del día.



Hicimos el check-out del hotel y pusimos rumbo a Lausana. Elegimos hacer esta parada porque es una ciudad sumamente pintoresca y además nos venía de camino. Está a una hora de Ginebra y merece mucho la pena parar a contemplar las vistas del Lago Leman y los imponentes Alpes Saboyanos que se ubican justo detrás de él. Nosotros nos encontramos con un día un poco apagado y no pudimos disfrutar al 100% de las maravillosas vistas. Pero si vais con buen tiempo os aseguramos una panorámica que no olvidaréis jamás. 

Otro de los atractivos de esta parada es sin duda el casco antiguo. En primer lugar por la catedral, considerada la obra más impresionante de la época gótica temprana y en segundo lugar simplemente por pasear por las calles hermosas, cerradas a los coches y llenas de cafés y tiendas con encanto. Desde 1405 y aún hoy, el sereno anuncia las horas entre las 22:00 y las 02:00 h desde el campanario.
En Lausana también encontraréis el Museo Olímpico, ya que esta ciudad es la sede del Comité Olímpico Internacional desde 1914.


Lago Leman en Lausana, con los Alpes Saboyanos de fondo

GRUYÈRES

Nuestra siguiente parada antes de llegar a Berna fue el pueblecito de Gruyères, situado en la región de Friburgo. Tal y como su nombre indica es el lugar en el que se hace el famoso queso de Gruyère, así que como llegamos más o menos a la hora de comer decidimos aprovechar que estábamos allí para degustar la archiconocida fondue Suiza de queso Gruyère. 


Una curiosidad que aprendimos aquí fue que el queso Gruyère no tiene agujeros. Siempre había pensado que sí, por la típica frase de: ''Tiene más agujeros que un queso de Gruyère'' Pues resulta que el queso Suizo no los tiene, mientras que el Gruyère francés sí. Hasta 2010 los dos países aspiraban al título de productores de queso de Gruyère, pero finalmente solo la tierra de Heidi consiguió el derecho legal de adjudicarse la prestigiosa AOC (Apelación de Origen Controlada). Así que oficialmente el queso Gruyère original no tiene agujeros... ¡Qué decepción! 





Con el estómago lleno y orgullosos de nuestro nuevo aprendizaje sobre los agujeros del queso nos dispusimos a continuar nuestra visita por Gruyéres. Resultó ser un pueblo muy chiquitín pero con mucho encanto y que además atesora uno de los conjuntos medievales más bonitos del país, al que por cierto no pueden acceder los coches. Lo mejor es que justo al entrar al pueblo hay bastantes aparcamientos GRATUITOS. Así que podréis pasear tranquilos sin estar pendientes del parquímetro. 


Lo ideal es ir directamente a la oficina de turismo al llegar y pedir algo de información. Hay rutas muy bien organizadas que te permiten ver todo el conjunto en menos de 2 horas. Dentro del casco histórico tenéis varios puntos en los que hay que paga entrada para visitar. 


- El castillo 10CHF


- Museo de Hans Ruedo Giger (diseñador de Alien: el octavo pasajero) 12,50CHF. Justo en frente del museo de Alien tenéis un restaurante también ambientado en la misma temática. Es de lo más extravagante, al igual que los precios (!) 


- El Museo del Tibet en el cual se exponen 300 esculturas, pinturas y objetos sagrados de Asia central. Nosotros no lo visitamos pero seguro que es digno de ver, como todo lo que tiene que ver con el Tibet. 


- Museo del queso Gruyère 7CHF (En la localidad de Pringy, justo al antes de Gruyères) Es interesante verlo aunque sea por fuera e incluso hacer una parada para comer allí una rica fondue. 

Vistas desde el Castillo de Gruyères



Tras unas horas paseando por Gruyères pusimos rumbo a nuestro destino final del día... ¡Berna! 

El trayecto duró una hora y cuarto aproximadamente, así que cuando llegamos ya era algo tarde para hacer turismo del duro. Decidimos aparcar y dar una vuelta sin rumbo por la cuidad antes de que llegara la hora prevista a la que habíamos quedado con los dueños del apartamento en el que dormiríamos esa noche. 

Nosotros escogimos: Max Aviation appartments, en Alleeweg 15.  Estava un poco alejado del centro pero al ir con coche no nos supuso ningún problema. El precio nos pareció correcto y el personal super amable y hospitalario. Así que lo recomendamos sin dudar!


DÍA 3. BERNA-LUCERNA-ZURICH


A la mañana siguiente nos levantamos temprano para visitar la ciudad a fondo. La verdad es que Berna no fue para nada una de mis paradas favoritas en Suiza. Me pareció una ciudad bastante apagada, como si se hubiese quedado parada en algún momento oscuro de la historia. Pero bueno, eso también tiene su encanto. Al llegar a Berna de repente dejas de escuchar el francés y notas como el alemán invade las calles. Es curioso como dentro de un mismo país puede haber este cambio tan drástico de idioma! 

Lo primero que hicimos fue ir al mirador de Rosengarten. Un lugar que nos habían recomendado por tener una de las mejores vistas de la ciudad y después de contemplar Berna desde lo más alto pusimos rumbo al centro de la ciudad.


 Dimos un paseo por el casco histórico para visitar la famosa Torre del Reloj y de camino pasamos por delante del polémico foso de los osos de Berna. La verdad es que ni siquiera me he molestado en añadirlo a la lista de cosas a ver en Berna, porque desde mi humilde opinión me parece un lugar muy desagradable. Los osos están completamente fuera de su hábitat, en un lugar pequeño y con montones de turistas a su alrededor observándolos desde cerca. Creo que es un lugar totalmente prescindible en vuestra visita a Berna y que no aporta nada a la historia del lugar. 



Cruzamos el puente que nos lleva a la zona histórica de Berna, pasando primero por la calle principal Gerechtigkeits, donde nos vamos encontrando con las famosas fuentes de Berna y su Torre del Reloj. El centro medieval de Berna es un lugar como he dicho antes de colores apagados. Los edificios son de un verde grisáceo, debido a que en 1405, después del devastador incendio de Berna, se sustituyó la madera por piedra de este color tan característico. 
Lo más curioso de estas calles son las tiendas subterráneas, a las que se entra por unos porticones de madera que nos conducen al subsuelo por unas escaleras muy estrechas. Es algo que hasta el momento solo hemos visto en Berna. Si os fijáis en esta imagen podéis ver las puertas de acceso. 




Nuestro siguiente destino fue Berner Münster o la Catedral de Berna. Aquí, a parte de ver la catedral por dentro, podéis pagar 5 francos y subir a contemplar las vistas de Berna y los Alpes Suizos desde la aguja de la catedral más alta de Suiza. Mide nada más y nada menos que 100 metros. Es todo un espectáculo si os gustan las vistas desde las alturas. En la bajada además podréis ver las campanas de la catedral desde una buena perspectiva



Por último, algo que podéis visitar en Berna es la casa de Einstein en la segunda planta del nº49 de la calle Kramgasse. En la cual vivió desde 1903 hasta 1905. Fue aquí donde desarrolló la teoría de la relatividad, que revolucionó nuestras ideas sobre el espacio y el tiempo. Está abierta de lunes a domingo de 10:00 a 17:00h, cuesta 6CHF y en ella podéis ver el mobiliario antiguo de la casa y documentos que relatan la vida del científico.


LUCERNA

Salimos de Berna sobre las 13h, así que en  más o menos una hora y media estábamos ya en Lucerna. Sin duda nuestra ciudad favorita de la visita a Suiza. Se trata de un lugar rodeado de bosques verdes, montañas nevadas, con un lago enorme y cristalino por el cual nadan hermosos cisnes. Un casco medieval colorido y muy cuidado y sus maravillosos y famosos puentes de madera cubiertos hacen que Lucerna se merezca con creces su título de ''La ciudad más bonita de Suiza''

Sin duda podríamos pasarnos en lucerna una semana entera, pero ya que nuestro paso por Suiza era tan express tuvimos que acortar un poco la visita y acercarnos solamente a los puntos turísticos más importantes de la ciudad. 


Nada más llegar (tuvimos que aparcar en un parking, porque el aparcamiento en lucerna es imposible y menos si vas con poco tiempo...) nos topamos de frente con el lago y comenzamos a caminar hacia Kapellbrücke o el puente de la capilla. Un puente que seguro conoceréis, construido en el siglo XIV y que todavía hoy permite cruzar el río Reuss. Según dicen es el puente de madera más antiguo de Europa y en mi opinión uno de los más bellos también. No solo es bonito por fuera, sino que mientras lo vas cruzando puedes ir admirando las pinturas de Henrich Wägmann con escenas históricas o mitológicas que no os dejarán indiferentes. 





Decidimos continuar caminando siguiendo el curso del río y tras pasar un mercado de flores y verduras comenzamos a adentrarnos en el casco antiguo, viendo torres con relojes, casitas que parecían recién salidas del cuento de Hansel y Gretel, un montón de relojerías... Las horas pasan volando aquí, cada rincón parece de cuento y la verdad es que fue una lástima tener tan poco tiempo...



Cruzando el río llegamos a la iglesia de San Leodegario o Hofkirche. Se trata de una iglesia levantada sobre una abadía y seguramente más antigua que la propia ciudad de Lucerna, que se yergue a orillas del río Reuss. Sorprenden sus dos torres acabadas en azul, en contraste con la blancura de la iglesia, tanto por dentro como por fuera. Os avisamos de que hay que subir 45 peldaños antes de entrar. Que supuestamente son las escaleras que te acercan a Dios.



Nuestra siguiente parada fue el monumento al león. Se trata de un relieve de piedra excavado en una pared de roca que representa un león moribundo. Esculpido a principios del siglo XIX, la intención de los creadores del león de Lucerna fue conmemorar a los Guardias suizos que perdieron su vida durante la revolución francesa.

Es mucho más impactante de lo que parece en fotos. La expresión de dolor del león, los detalles. Es una de esas obras de arte que te quedarías observando durante horas porque te deja cautivado. Se puede ver la punta de una lanza sobresaliendo de su costado, que es lo que le causa dolor y un escudo sobre el que está recostado en el que aparece una flor de lis (símbolo de la monarquía francesa)
¡No os lo podéis perder! A mi me dejó impactada.


ZURICH
Después de ver este fascinante monumento comenzamos nuestra marcha hacia Zurich. El trayecto es relativamente corto, unos 40 minutos, así que enseguida llegamos a la siguiente ciudad justo a la hora de comer.

Es aquí, en Zurich, donde nos pasó lo que os contaba al principio del artículo con la comida. Fuimos a un Burger King, pensando en comer rápido y barato, pero nos llevamos una sorpresa cuando vimos los 35€ que nos habían costado dos menús... Hay que ir con cuidado jaja Una vez pasada la frontera a Austria ya podremos relajarnos un poco, pero en Suiza, si vais con la idea de ahorrar, es mejor comprar pan para hacer bocadillos en cualquier lado e ir con las comidas preparadas para el día.

¡Bueno! Pasamos a nuestro plan de acción en Zurich. Nada más llegar lo primero que hicimos fue parar en la oficina de turismo. Allí conseguimos un mapa muy completo con una ruta con los puntos más interesantes marcados. Así que fuimos caminando de un lugar a otro sin prisa pero sin pausa.

La verdad es que os recomendamos mucho y vais a Zurich con poco tiempo como nosotros pasar antes por la oficina de turismo. Se hace mucho más fácil si vais siguiendo el mapa.

La primera parada es Bahnoff Platz, que precisamente es donde está la oficina de turismo, dentro de la estación de trenes. Y no es una estación de trenes cualquiera, es nada más y nada menos que la estación más grande de Suiza.

Conectada a Bahnoff Platz encontramos la calle comercial más grande de Zurich, Bahnoff Strasse Una calle ancha, llena de tiendas y centros comerciales y habitualmente muy concurrida. La calle de compras por excelencia en Zurich. Es muy curioso además, ver como no paran de pasar tranvías azules por el centro de la calle.


Casi llegando al final de la calle nos topamos con el río Limmat. Justo aquí es donde empieza la zona más histórica de la ciudad, y caminando por sus callejuelas nos vamos encontrando una iglesia detrás de otra.
La primera que vemos es la Wasserkirche o iglesia del agua, que en algún momento estuvo completamente rodeada de agua.



 Un poco más adelante encontramos una de las iglesias más famosas de Zurich, la Grossmunster. Su fachada de dos torres es un icono de la ciudad y por 4CHF podéis subir y verla desde dentro. Además de observar unas maravillosas vistas de la ciudad.


El recorrido es algo complicado de explicar por escrito y sin un mapa pero callejeando iréis llegando a todas las iglesias, como por ejemplo Fraumunster, Munsterhoff o St. Peter. 

Nosotros tardamos unas 3 horas largas en hacerlo todo, pero pasa volando porque a cada paso que das ves tiendecitas decoradas con mucho gusto o monumentos imponentes.
Es una ciudad totalmente distinta a las que hemos visto hasta ahora en Suiza. Todo es mucho más amplio, grande y monumental. Una ciudad muy cosmopolita en la que sin duda podríamos pasarnos algún día más callejeando y conociendo rincones escondidos. Pero tendremos que dejarlo apuntado para la próxima porque ahora nos espera nuestro hotel en Innsbruck, Austria.

Seguiremos contándoos más detalles en la segunda parte de viaje. ¡El Tirol Austriaco nos espera!

*Os dejamos al final de este artículo un video-resumen del viaje completo, por si os apetece ver en vídeo los bonitos lugares que hemos ido descubriendo en nuestro primer roadtrip. De nuevo mil gracias por leernos y, ¡nos vemos en Austria! 
















Comentarios

Entradas populares